Jack Pintado e Inti Sotelo. (El Comercio)
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Los jóvenes que murieron a causa de la represión policial en la multitudinaria manifestación del sábado, Inti Sotelo y Jack Pintado, recibieron una concurrida y sensible despedida por parte de cientos de personas que los llaman ahora “héroes del bicentenario”.
Cientos de personas se acercaron a los sepelios que se llevaron a cabo en los distritos de Rímac y San Martín de Porres, antes de que los féretros se dirigieran a los camposantos, para despedirse de ambos jóvenes.
Inti Sotelo era un estudiante universitario de la carrera de turismo, tenía 24 años, y un amante de los viajes por el país, según los vídeos de sus travesías que compartió en sus redes sociales.
Tenía una hermana melliza llamada Killa, por lo que ambos eran el Sol (Inti en quechua) y la Luna (Killa), junto a su hermano mayor nombrado Pacha (Tierra), para su madre, que hoy llora la muerte de uno de sus hijos.
Jack Pintado, de 22 años, tuvo que dejar sus estudios universitarios por razones económicas y se dedicaba a ayudar a su padre en su trabajo de construcción para así solventar los gastos familiares.
Ambos jóvenes murieron por disparos de perdigones de plomo en diversas zonas del cuerpo, tras participar de la segunda gran marcha nacional el pasado sábado 14 de noviembre en el Centro de Lima, contra el Gobierno de Manuel Merino.
16 de noviembre, 2020