Desde marzo, la preocupación por salvaguardar nuestra salud es la prioridad máxima. Hoy en día eso no ha cambiado, sin embargo, la desazón que llevamos las mujeres además de cuidarnos de la covid-19, se multiplica al tener que protegernos de aquellos que no sabemos cuándo actuarán en contra de nosotras.
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