Nomofobia. El miedo patológico a quedarse sin el celular. (FOTO: Iproup)
Los dispositivos nos facilitan la vida, a un clic de distancia podemos realizar cientos de operaciones. Sin embargo, el uso prolongado de la tecnología también provoca afecciones en nuestra salud mental.
La nomofobia proviene del inglés "no-mobile-phone phobia" y es el miedo irracional o la ansiedad producida al estar sin el teléfono móvil. Estos dispositivos son indispensables en nuestro día a día, desde donde podemos conectarnos con otras personas, realizar operaciones bancarias, consumir y compartir información, entre otras actividades. Pero su adicción también es parte de la rutina, sin siquiera ser conscientes.
Entre las principales características tenemos: estar pendientes de mensajes o notificaciones constantemente, revisar el teléfono con mucha frecuencia o no resistirse a ver el celular cada que este recibe alguna notificación.
Consecuencias
El temor intenso es una de las tecnopatías existentes, es decir, una de las enfermedades a causa del uso excesivo de la tecnología. De hecho, la irritación, la inseguridad y la agresividad son consecuencia del abuso tecnológico como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La irritación, la inseguridad y la agresividad son consecuencia del abuso tecnológico como lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otra de las consecuencias la adicción al celular son el ojo seco, dolor de muñecas, mala postura, problemas de aislamiento y el phubbing que es la acción de ignorar a quienes nos acompañan presencialmente por estar pendientes del teléfono.
El uso excesivo de los dispositivos puede reducirse practicando algún deporte o dirigiendo nuestra atención a otras actividades como leer un libro en físico, por ejemplo. Para Santi García, cofundador de Future For Work Institute, dejar los teléfonos cuando se está en compañía de alguien más podría reducir los niveles de ansiedad que generar estar pendiente de las notificaciones.
Miércoles, 11 de noviembre de 2020.