Cantakene, mascarillas del Perú para el mundo

La iniciativa de mascarillas con diseños amazónicos nació a consecuencia de la pandemia, hoy representan al país en la Bienal iberoamericana de diseño. 

La comunidad indígena shipibo-konibo se hace presente en la capital y Europa a través de su colección de cubrebocas, las cuales promueven identidad cultural. 

Durante los primeros meses de cuarentena en el país miles de peruanos tuvieron que reinventarse a la hora de trabajar para seguir generando ingresos y así sostener a sus familias. Esos primeros meses en los que empezamos a valorar y entender qué tan importante es un rectángulo que cubría boca y nariz: las mascarillas. 

Estas prendas, que ahora son parte imprescindible del look actual, existen hace más de 100 años y el personal médico era el principal usuario. Sin embargo, en el contexto actual en el que estamos inmersos a causa de la pandemia por la COVID-19, un cubrebocas puede evitar varios contagios ya que protege al portador y al resto de esta enfermedad. 

En Perú, las mascarillas también forman parte del comercio, ya que la variedad es bastante grande. Las texturas, colores y el nivel de protección son algunas características que los comerciantes ofrecen al público.

Dentro de los emprendimientos que venden cubrebocas está el de la comunidad shipibo-konibo, que junto a la Municipalidad de Lima y al artista plástico Antonio Jara crearon la idea de bordar mascarillas con motivos amazónicos.

Antonio Jara, diseñador y artista plástico. (FOTO: MML)

Este colectivo selvático es considerado la primera comunidad nativa urbana en el Perú, pues llegaron desde Ucayali a la capital entre los años 1990 y 2000. Desde entonces, luchan para mantener sus conocimientos indígenas y trascender con este a través de la enseñanza del idioma nativo, el arte, la artesanía y otras prácticas culturales.

La iniciativa de mostrar su cultura en cubrebocas nació a principios de julio y a la fecha ya han comercializado alrededor de 200 modelos únicos. Estos diseños particulares son expuestos a través de su página en facebook: Cantagallo Renace Artesanía (www.facebook.com/cantagallorenaceartesania). 

Alcalde de Lima, Jorge Muñoz en la presentación oficial del equipo Cantagallo Renace. (FOTO: MML).

Wilma Maynas Inuma, es una de las artesanas de la comunidad. Su nombre en shipibo es Pekun Runa que significa “mujer creativa”, descripción precisa para una de las madres shipibo que lidera este proyecto. Además, a principios de 2020 fue premiada como Personalidad Meritoria de la Cultura por parte del Ministerio de Cultura, reconocimiento otorgado a personajes que promueven el amor y dedicación por lo nuestro. 

Primera colección de mascarillas amazónicas. (FOTO: MML)

Son 47 madres las que bordan cada producto con hilos de colores. Cuando inician el diseño, generalmente, no lo marcan con reglas o lápices, sino que van bordando “a pulso, no más”, como afirma Maynas. Con los hilos marcan el kewé (diseño bordador) y van creando formas gruesas que representan el bosque. Mientras que los más delgados, son las orillas del río. Respecto a las formas geométricas más pequeñas, simbolizan los peces; y el relleno con colores, encarna a las aves. Figuras como aves, mariposas u otros animales selváticos también son bordados. Como no es un proceso industrial, cada una de estas dos técnicas es irrepetible por producto y las shipibas tardan aproximadamente una semana y media en culminar. 

Los ícaros también son parte de la producción. Estas son melodías coreadas sin un límite de tiempo para sanación, hacer bromas, para los chamanes o para el canto. De acuerdo a esta última categoría, las artesanas concentran su energía e ideas en la creación de sus prendas. 

“Es mágico, mientras hacemos esto, nos ponemos a cantar ícaros”, explica Wilma, un poco emocionada antes de tararear una de estas melodías. 

Frutos del éxito  

A principios de octubre, la Bienal Iberoamericana de Diseño (BID20) en Madrid seleccionó al proyecto 'Cantakene, diseño colaborativo en tiempos de COVID', para la participación de su séptima edición. 

Por su parte, el nombre del proyecto se denomina así por el término shipibo konibo Kené el cual significa diseño. La palabra es utilizada por los padrones geométricos que se hacen a mano sobre diversas superficies como el rostro y la piel de las personas, las paredes externas de las cerámicas y las telas. Esta tradición es exclusiva de las mujeres quienes son maestras diseñando llenando de magia lo que compone su alrededor.

El proyecto Cantakene representará a Perú entre el 23 y 27 de noviembre en el evento virtual que se desarrollará en Madrid, España. El equipo peruano se encuentra en la categoría Diseño de Moda, Textil y Complementos. Asimismo, participará de exposiciones itinerantes y en la muestra virtual internacional de la bienal.

A través de estos productos se transmite la energía positiva, la cual es inspirada en el colectivo shipibo- konibo. El mensaje es la preservación de la identidad cultural y la trascendencia de una de las 9 mil comunidades nativas y campesinas que existen en Perú.  

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO