Del empoderamiento al emprendimiento: Mujeres que salieron adelante en cuarentena

PODER FEMENINO. Cuando la creatividad y las ganas de salir adelante se juntan y de ello nacen grandes proyectos. 

Contrate presenta la historia de tres mujeres que le hicieron frente a la crisis provocada por la covid-19, sacando de ella grandes oportunidades para iniciar proyectos que las llevaron a la independencia económica.

Era domingo 15 de marzo del 2020 cuando el ahora expresidente de la República, Martín Vizcarra, declaraba dos semanas de inmovilización obligatoria a nivel nacional (la muy mal llamada ‘cuarentena’) debido a la pandemia por el nuevo coronavirus. Muchas personas creyeron, en ese entonces, que luego de esas dos semanas todo volvería a tomar su rumbo. Hoy sabemos que nunca fue así.

Conforme pasaba el tiempo, muchos trabajadores independientes o personas que laboraban bajo algún tipo de contrato, comenzaron a perder sus empleos, ya que muchas empresas quebraron o simplemente ya no habían clientes con dinero que gastar. Lamentablemente, el Perú enfrentó, enfrenta y enfrentará una caída en la economía tan grave que nos posiciona como el país con la mayor crisis a nivel mundial.

Fuente: BCRP


Rostro de mujer

Sin embargo, a pesar del fuerte golpe económico, los peruanos supieron hacerle frente y en base a esfuerzo y creatividad, salieron adelante nuevamente. No obstante, si tenemos que ponerle cara a los nuevos emprendimientos que han surgido durante la cuarentena, estos tendrían rostro de mujer; pues son mayormente peruanas quienes se lanzaron en este año tan complicado a iniciar proyectos (44% de starups son creadas por mujeres, según la revista USIL) que les ofrecieron la libertad e independencia económica.

Una de ellas fue María Fernanda Chung, quien con su emergente y muy exitosa marca de ropa Kalhua, ha hecho su sueño realidad en medio de la pandemia. Actualmente, Mafer, (como le gusta que la llamen) tiene tan solo 22 años y cuando tuvo que ponerle pausa a sus estudios de administración debido a la crisis, pensó que era el momento ideal para empezar a diseñar y trabajar el tipo de ropa que siempre quiso ofrecerle al público. Un proyecto que tenía en mente desde los 15 años.

“Yo, desde hace años, siempre he querido tener mi marca propia. En verdad, siempre me ha encantado el diseño (…) En el cole, siempre pensaba en tener mi propio emprendimiento, y qué mejor que haciendo lo que más me gustaba: la moda”, relata Mafer desde el patio de su casa: un espacio que ambientó ella misma para tomar las fotos de sus diseños.

Trabajo en equipo

Ella no trabaja sola. Su socia es su hermana menor Andrea, quien, además, también modela para la marca y ayuda a Mafer en la ambientación de los escenarios para lograr la foto perfecta que será publicada en el perfil de Instagram o Facebook de Kalhua. En cuanto al diseño y publicidad, sus primas Pamela y Melanie también le dedican parte de su tiempo a este proyecto que, finalmente, se convirtió en un emprendimiento familiar encabezado por las mujeres más jóvenes del árbol genealógico.

“Trabajamos con puras mujeres: modelos femeninas, mujeres que manejan el tema del branding. Yo veo la parte financiera, contabilidad y en cuanto a los diseños, también. Trabajamos a la par”.

Además de todas las gestiones que Mafer realiza como CEO de la marca, ella reconoce que la experiencia trabajando en el mundo de la moda le ha enseñado mucho sobre los productos peruanos. Trabajar con distintos tipos de tela de la mano de sus confeccionistas, la ha llevado a elegir lo mejor de lo mejor para sus clientes.


“A veces muchas personas no saben las diferentes telas que hay y, en verdad, ahorita en Perú hay un montón de telas, hasta importaciones. La mayoría no sabe que el algodón de acá es el mejor, entonces, si lo trabajas bien, tipo combinándolo con lino, le da más peso y el resultado es super bueno”.

Prendas que perduran

Entre muestras y combinaciones de texturas, telas y colores, Mafer se encarga de crear el mejor producto para ofrecerle al público, pues ella diseña las prendas desde la raíz para lograr una excelente calidad en la ropa que acompañe al cliente que la obtuvo. Esto se debe a que en la industria de la moda, el impacto del fast fashion en el ecosistema ha sido considerable, ya que representa la producción del 20% de aguas residuales globales y el 10% de las emisiones de carbono, según información expuesta por Perú Retail.

“Si vas a comprar en tiendas que son tipo fast fashion, en esas tiendas que sacan modelos cada semana, debes tener en cuenta que son marcas que explotan a sus trabajadores o tienen consecuencias con el medio ambiente; es difícil. Entonces, lo que yo quiero es que compren una prenda que les dure bastante tiempo y sea menos el tiempo que compren a otras tiendas”.

No cabe duda que la moda ahora no se trata solo de llevar ropa bonita o en tendencia, sino se trata de responsabilidad; de un compromiso con la economía y el medio ambiente. Este es el mensaje que María Fernanda Chung junto a su gran equipo de trabajo le transmite a cada uno de sus consumidores, los cuales ha ganado gracias a su originalidad y dedicación a la marca.


KALHUA. Prendas diseñadas desde la raíz por Mafer Chung. (Foto: composición propia)

Otro de los placeres que más disfrutamos además de una buena tarde de compras, es deleitar nuestros paladares con una deliciosa comida. De ello se encargan Jessica Rivero y Andrea Yaipén. Madrina y ahijada que vieron una excelente oportunidad de negocio en una receta familiar.

La receta de la abuela

Cuando Jessica perdió su trabajo luego de contraer el virus, se pasó algunas semanas echada en su cama pensando en cómo iba a pagar sus deudas de ahora en adelante. No estaba preparada para enfrentar una crisis como esta, la cual llegó con todo incluido. Jessica gozaba de una excelente estabilidad económica que le permitía llevar un estilo de vida tranquilo: su rutina era la típica de oficina y algunas salidas con amigas. Con la llegada de la pandemia, todo cambió rotundamente.

Andrea, su ahijada y mejor amiga, no soportaba verla en una situación tan complicada así que un día se levantaron y prepararon algo rico de comer para sanar un poco el corazón y el alma. Las lasagnas que prepara Jessica son una receta heredada por las abuelas de Andrea, deliciosas y bien contundentes, como ellas le dicen.

De repente Andrea encontró en la receta de la abuela una excelente oportunidad de negocio, y junto a Jessica creó Nonnitos: un emprendimiento basado en el lenguaje tierno utilizado por los abuelitos que siempre quieren satisfacer y engreír a sus ‘nietecitos’,  nombre que le han dado a los clientes de la marca.

PASO A PASO. Jessica muestra a detalle la preparación de la lasagna clásica de Nonnitos. (Foto: composición propia)

Desde ese entonces pasaron de ser madrina y ahijada a socias. Jessica se convirtió en la pieza más importante, pues ella se encargaba de la preparación de las lasagnas. Por otro lado, Andrea, que recién había terminado la carrera de ciencias de la comunicación, se encargó de crear todo el concepto creativo de la marca, las redes sociales y manejar la publicidad.

"Lo que hicimos fue darle una personalidad a la marca (...) Nuestra idea era: que de la casa de los Nonnitos salgan las lasagnas. Como son bien 'taypá', van a engreir a todos sus 'nietecitos' haciendo los sabores que a ellos les gusta. Más o menos, esa es la idea de Nonnitos, que nos ayudó a crear a los dos personajes de la marca para que 'pegue' en las redes", comenta Andrea sobre el concepto de la marca.

DELIVERY. Cada pedido es personalizado según la preferencia del cliente. (Video: Contraste)

Sin embargo, era necesario contar con la participación un socio capitalista. Cuando Sandra, la mejor amiga de Jessica, se entera del nuevo negocio, no dudó en invertir en este nuevo proyecto. En ese entonces, Nonnitos se convirtió en un exitoso negocio liderado por mujeres encargadas de llevar a la casa de los 'nietecitos' lo mejor de una lasagna hecha en casa.

El transporte ideal

Todo el plan estaba muy bien pensado, hasta que las tres socias recordaron que nos encontrábamos a la mitad de una pandemia. Sin embargo, cuando la marca recién estaba empezando, el boom del delivery estaba en todo su esplendor. Esta modalidad de servicio de envíos a domicilio se incrementó durante los meses de inmovilización obligatoria.

De acuerdo con un estudio realizado por El Economista Perú, en comparación al 2019, el delivery incrementó en un 250% este año a propósito de la pandemia por coronavirus. Las apps que ofrecen este tipo de servicios como Glovo y Rappi se popularizaron durante los primeros meses de la pandemia, donde la mayor demanda se daba durante los fines de semana. Es así como Andrea llegó a la conclusión de que un motorizado era la mejor opción para Nonnitos.

"Contamos con la participación de un amigo que se encarga de los envíos de Nonnitos. Lo bueno de esto es que manejamos la misma tarifa para casi todos los distritos y, claro, siempre siguiendo los protocolos de limpieza para seguridad nuestra, del motorizado y los 'nietecitos'", son los detalles que brinda Jessica para tranquilidad de todos sus clientes.

Andrea y Jessica están orgullosas de lo que pudieron lograr durante estos meses, sin embargo, ellas no sienten atracción por inaugurar un restaurante o convertirse en una cadena. Ellas desean conservar la esencia de la marca cocinando las lasagnas en casa, donde nació este lindo proyecto que, como familia, amigas y socias, las unió mucho más.

Lamentablemente la pandemia trajo escasez, preocupación y mucha incertidumbre para todos. No obstante, los hombres y, sobre todo, las mujeres de este país han demostrado que no hay ninguna pandemia que detenga las ganas de salir adelante. Con ello queda demostrado que los peruanos están preparados para darle pelea a cualquier evento que se presente en el camino.


Lunes, 28 de diciembre del 2020

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO